Nuestro amigo José
María, dada su tendencia al optimismo, nos ha ilustrado con un relato amable y,
por desgracia, utópico acerca de lo ocurrido en urgencias del hospital Reina
Sofía con un amigo común. Ver en su blog “Desde el breviario al vademécum” la
entrada titulada “El buen camino”.
El artículo es
interesante por constructivo, ya que lo habitual en estos casos es centrarnos
en la crítica de lo que se hizo y olvidarnos señalar lo que debería haberse
hecho. Plantea, con su ironía habitual, la conducta deseable cuando se comete
un error de bulto como es el caso que nos ocupa.
En mi caso, como
testigo y coprotagonista de los hechos acaecidos, me interesa mostrar lo que
ocurrió realmente, poner en evidencia los fallos cometidos y, como suele
decirse, aprender de los errores.
Para comprender lo
ocurrido en la tarde del viernes 16 de junio de 2023, tenemos que remontarnos a
dieciocho meses atrás para recoger en la historia clínica lo que llamamos Antecedentes
Personales de interés.
Ese día, 24 de enero
del 2022, nuestro amigo, protagonista involuntario de la historia, presentó un
dolor torácico por el que acudió a las urgencias del Hospital de la Cruz Roja,
pues su proveedor sanitario era la compañía ASISA. Fue atendido con la sospecha
de infarto de miocardio, pero las pruebas realizadas para confirmarlo (ECG,
troponina, etc.) resultaron negativas. El médico que lo atendió iba a darle el
alta y derivarlo a su domicilio bajo la sospecha de crisis de ansiedad. Dio la
casualidad que en ese momento había un cardiólogo en urgencias que estaba
visitando a un paciente ingresado en observación y el médico de urgencias ante
la duda decidió, afortunadamente para nuestro amigo, consultarle el caso. El
cardiólogo, tras ver al paciente y sin tener argumentos racionales como explicó
posteriormente a la familia, le pidió un TAC. Los resultados del mismo fueron
diagnósticos, disección de aorta que afectaba a otras ramas. Se imponía
intervención urgente para corregir el daño. Al no disponer el hospital de los
medios para realizar el tratamiento, traslado urgente al Hospital Reina Sofía
donde esa misma noche fue intervenido y su vida salvada.
Entre el listado de
fármacos prescritos se incluye, de por vida, el anticoagulante SINTROM y consecuentemente la advertencia del riesgo
de hemorragias, tanto externas como internas. Ahora centrémonos en los hechos
del reciente episodio.
El paciente, en
compañía del autor del escrito y sus respectivas parejas, viaja al balneario de
Ariño situado a más de 100 Kms al norte de Teruel. A los pocos días de llegar
nos refiere tener unas molestias en la región occipital del cráneo. La tensión arterial,
que se tomaba diariamente, era normal por lo que lo achacamos a tensión
muscular por las nueve horas que estuvo conduciendo.
Las molestias fueron
ligeramente en aumento y los dos últimos días se acompañaron de tendencia al
sueño, aunque no de forma alarmante. Fue durante el viaje de vuelta, cuando el
cuadro se hizo más preocupante, pues no solo no se encontraba en condiciones de
conducir sino que se quedaba dormido con facilidad. A esta somnolencia se
añadió, al inicio del viaje, un vómito espontáneo que nos obligó a parar. Más
adelante se volvió a repetir, aunque en esta ocasión fue después de haber
comido.
Las nueve horas de
vuelta se hicieron eternas, pues como médico con amplia experiencia en
urgencias, con los antecedentes y el cuadro clínico: anticoagulado, cefalea, somnolencia y vómito en escopetazo, la sospecha
de posible hemorragia cerebral era alta. Por ello, al llegar a Córdoba nos
dirigimos a urgencias del hospital. Entramos en la consulta a las 18.30 y nos
atendió un médico joven que supuse era R1. Me presento como médico, le cuento
los antecedentes del paciente, el tratamiento con sintrom y los síntomas por
los que acudimos.
Unos minutos después se
incorpora una médica, posible R2 o R3, que asume la atención e inicia de nuevo
la historia que es la que queda registrada. En ella, a pesar de los reiterados reproches que nos
hizo por acudir a urgencias para un control de sintrom, no se hace alusión al
tratamiento con este fármaco. De nada sirvió mi insistencia en que ese no era el motivo de consulta sino un
dato a tener en cuenta ante los síntomas que presentaba. Ni caso.
Exploración neurológica, analítica y Rx de tórax (¿?) normal.
Diagnóstico al alta:
cefalea. Tratamiento Paracetamol 1 gr/8 horas.
Anota al final: Supervisado
por el adjunto de guardia.
La supervisión de este señor consistió en
escuchar a la médica residente y decidir que era todo correcto. Sin mirar al
paciente y mucho menos hablar con él o su acompañante. Una supervisión
cojonuda.
Han cometido un error grave en el manejo
diagnóstico de este paciente. Error, por otra parte, evitable, si los médicos
en cuestión hubiesen atendido al relato que, tanto yo primero y su esposa
después, les facilitamos. No lo hicieron, le dieron de alta y pasaron por alto
nada menos que una hemorragia cerebral. Afortunadamente, dos días después, en
una nueva visita a Urgencias del mismo hospital, se pudo aclarar todo. Se le
realizó el TAC, se diagnosticó adecuadamente y se le intervino. Todo bien.
El final feliz, sin embargo, no me deja
satisfecho. Resuelto el proceso, en una reunión de conciliación amistosa con la
médica residente que nos atendió y su jefe, tanto la esposa del paciente como
yo, esperábamos lo que José María irónicamente refleja en su artículo, un
reconocimiento de los errores cometidos, aprender de ellos y ¿por qué no? una disculpa.
Nada de eso.
Contra lo que cualquier razón médica entendería,
estos señores se enrocaron en una postura unitaria y corporativista del
"se ha actuado según protocolo". ¡Tócate los cataplines!!! Si
siguiendo el protocolo el paciente podría haber sufrido consecuencias
irreversibles, es porque no funciona. Pero es que no es verdad, el protocolo no
se siguió porque lo primero de cualquier acto médico es preguntar ¿Qué le pasa?
y recogerlo en la historia tal como el paciente, o en su caso acompañante, lo
exponen. Algo que obviamente no se hizo, pues de haberlo hecho la actuación
hubiese sido otra.
¡Lo que nos cuesta a los médicos reconocer los
errores!! Y no entiendo el por qué. Con lo fácil y liberador que resulta
asumirlos y disculparse y así poder dormir con la conciencia tranquila... Pues
no. Estoy convencido de que en su fuero interno estos médicos saben que se han
equivocado gravemente. Y sin embargo, de puertas afuera se resisten a
confesarlo. En fin, estaríamos una vez más a lo de no dar su brazo a torcer,
agarrarse a cualquier argumento por fútil que sea con tal de "salirse con
la suya". En suma: falta de humildad. Algo que en los hospitales debería
cuidarse, especialmente con los que están formándose.
La humildad, que no el servilismo, es una cualidad
de las personas que les hace sentirse en igualdad con sus semejantes, que les
reconoce como imperfectas y vulnerables, capaces de equivocarse. Resultan
admirables aquellas personas que, dotadas de talentos portentosos, consiguen
destacar por su sencillez sin proponérselo siquiera. Les sale del natural. Esta
cualidad es especialmente importante en los médicos, tan dados, por una parte,
a endiosarse por sus logros, algunos de ellos ciertamente meritorios, y por
otra, a cometer errores, incluso negligencias, como personas humanas que son.
La humildad es el fiel de la balanza, aquello que nos proporciona la grandeza
de ponderar con prudencia los halagos y asumir con dignidad nuestros
fallos. En este caso, una actuación que puso en riesgo la vida del paciente
se hubiese evitado con un baño de humildad.
El Arrecife 28 de junio de 2023
Antonio, ésa es una enfermedad común de estos colectivos: el gremialismo. La soberbia de quienes están endiosados por ser colectivos funcionariales de alto rango (el médico es sujeto de poder ante el paciente -"La mirada médica"-M.Foucault), con una prepotencia del campo cultural (Bourdieu) sobre el otro como "inferior".
ResponderEliminarY, por supuesto, falta de empatía y moralidad ante un sujeto sufriente. Ya queda poco humanismo en todas las áreas. Es el proceso racioburocratizador al que vamos, donde los valores son ofertas a los que adherirse o no.
Buena denuncia, Antonio.
Una vez más dando cuenta de la realidad. No te vayas nunca
ResponderEliminarLos gremios profesionales tienen estas cosas , nada justificables.
ResponderEliminarHabiendo salido finalmente todo bien, yo estoy dispuesto a comprender y perdonar. Solamente necesito una disculpa sincera. Mirad qué poco. Pues ni eso.
ResponderEliminarNo culpo al residente, pese a la prepotencia con que se despachó en la entrevista. ¿Qué hace un R2 de Urología valorando un caso de cefalea compleja?
Mi crítica se dirige al adjunto de urgencias que no supervisó como debiera y al jefe de urgencias que justifica la actuación alegando una historia clínica adecuada, cuando falta en ella el elemento crucial, que el paciente estaba anticoagulado.
Mucha robótica, IA, y todo eso. Toneladas de tecnología, sí. Mas con una deshumanización tan creciente que uno añora tiempos pasados, sin grandes medios, y con mas solidaridad y sensibilidad, como las que vivíamos en nuestros pueblos, o en nuestros viejos barrios, donde convivíamos ayudándonos los unos a los otros.
ResponderEliminarEn fin, la sociedad que tenemos.
Es seguro que esos galenos, que le hicieron tal faena a su amistad, son de extrema derecha. Gentes de VOX. Médicos sin conciencia humanista. Son producto de Juanma Moreno, sin duda... No obstante, el jefe de Urgencias ya estaba cuando gobernaba el PSOE...
ResponderEliminarLa culpa, de la derecha fascista que gobierna la Junta.
Dicho esto, me alegro de la sanación de su amigo.
Me alegro que saliera todo bien después de tan mal proceder. Es una pena que estemos en manos de la suerte para que los profesionales de la sanidad pública nos atiendan debidamente. Vivimos tiempos difíciles en los que muchos jóvenes no entienden de valores ni principios sencillos como el de escuchar a quien lo padece y escuchar a médicos mayores con más experiencia. Parece que se creen superiores y eso es síntoma de soberbia..gracias Antonio por dar a conocer este caso y menos mal que jose Antonio está recuperándose...un abrazo
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ResponderEliminarla sanidad es un desastre y además cada dia con menos recursos, por eso ocurren estas negligencias que pueden costarle la vida a la gente. Que se recupere ese amigo.
ResponderEliminarLa culpa de estas cosas son porque el PP desde que gobierna está dejando a la Sanidad en cueros, sin recursos.
ResponderEliminarPor eso suelen pasar estas burradas en la urgencias.
Hechos como el ocurrido,tan penosos, son el fruto de la política sanitaria de Moreno Bonilla. A él hay que darle las gracias. Nada, a disfrutar de lo votado, andaluces.
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ResponderEliminarCariñosos saludos y deseos de mejoría y bienestar para J A. Gracias Antonio Pintor por tu empeño mantenido a favor de una sanidad pública que nos atienda y por ese tesón que tienes y la paciencia de ponerte a escribir para que se sepa y se aprenda y además ese saber ayudar como buen médico que eres y también V. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarTenti
Felicitarte por esta denuncia que nos indica como está buena parte de la sanidad, y que produce estos casos y desearle una recuperación a José Antonio. Y evitar en los comentarios trazos groseros sobre otros, siquiera por elegancia, aunque nos disgusten.
ResponderEliminarSalud.
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ResponderEliminarHacéis un flaco favor a nuestro querido Antonio cuando escribís sin pudor insultos graves contra una persona que, por otra parte, se ha expresado con corrección. Este blog no contempla este tipo de comentarios. Por favor aunque sólo sea por el cariño y respeto que le tenemos a Antonio, abstenerse de tales comentarios.
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ResponderEliminarAgradezco el trabajo de Antonio y los buenos deseos por mi recuperación. No puedo entender que se utilice algo tan sencillo y amable para insultar personalmente sointener en cuenta el tema
ResponderEliminarGran suerte tuvo nuestro muy querido amigo y compañero Antonio de en ese trance de vida o muerte,estuviese acompañado por amigos que actuaron con la rapidez necesaria,ya Carmen me puso al corriente de la recuperacion de Antonio.
ResponderEliminarTras aparecer un comentario por parte de una persona, de manera correcta sobre el tema del artículo, han surgido una serie de voces utilizando un ataque ad hominem sobre el autor del comentario con un lenguaje soez y grosero. Por ello me he visto en la necesidad, quizás por primera vez en los años de este blog, de eliminar los comentarios. cargados de insultos. En este blog escribo con la libertad que me concedo al ser el único responsable de lo que en él publico. El acceso al mismo es libre y agradezco los comentarios y críticas que algunos me hacéis, incluso los negativos. La única exigencia por mi parte es que se haga dentro de la corrección en el lenguaje, sin insultos ni descalificaciones y, a ser posible, se centre el el texto. Un saludo
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ResponderEliminarY es muy inteligente también…Qué lástimita… Se ve que ha tenido que estudiar mucho
ResponderEliminarPues si, mucho, mucho, mucho...
EliminarLas criticas no son otra cosa que orgullo disimulado. Un alma sincera consigo misma, nunca se rebajaría a la critica, porque es el cáncer de la razón.
ResponderEliminarNo demos lecciones de vida barata, esto que habéis publicado es demagogia barata.
Dos observaciones, en primer lugar le sugiero que lea el articulo y puesto que ud, debe considerarse un alma sincera debería no escudarse en el anonimato para descalificar e insultar. Siento que no se haya enterado de nada sobre lo escrito, seguramente se debe a que escribo muy mal.
EliminarSi la gente usase responsablemente la sanidad ( y las urgencias), y no de manera abusiva y sin conciencia… estas cosas no pasarían
ResponderEliminarToda esta escoria de comentarios que han sobrevenido se podrían haber evitado no publicando el comentario de JLT, reconocido franquista.
ResponderEliminarY máxime cuando Antonio Pintor ya conocía las andanzas de este personaje que tanto daño hizo a nuestra asociación.
Antonio, reconoce que has metido la patita en el arroz.
Antonio Pintor, ni conoce ni le importan las andanzas de esa persona, solo vio un comentario correcto y nada censurable sobre el escrito.
EliminarAntonio, cómo dices que no lo conoces, si estuvo contigo en C. Laica de compañero. Por favor.
EliminarA ver si leemos bien los textos antes de criticar pues lo que pongo es que "AP ni conoce ni le importan las andanzas de esa persona", Y te puedo asegurar que no tengo ni idea de su vida y andanzas.
EliminarSi al autor de este blog no le gusta la sanidad andaluza, seguro que la cubana le resolvería el problema de su amiguete.
ResponderEliminarQue estupidez. El autor de este blog ha estado durante mas de treinta años trabajando y defendiendo la Sanidad Andaluza a la que considera de las mejores que conoce. Le recomiendo que lea el artículo sin prejuicios y descubrirá que en él no hay critica a nuestra sanidad sino a una actuación concreta y con el ánimo de evitar errores futuros, es decir, para mejorar en lo posible.
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ResponderEliminarEn el CS Rey Heredia ya dijeron que el tal Luque venia de fuerza nueva y del pp. Y es triste ver su firma en una web progresista como esta. Molesta por su malignidad demostrada y por traicionar los principios de nosotros como verdadera izquierda. Fue una termita entre nosotros. A este tio no hay ni que saludarle. Despreciarlo como a todo traidor a nuestra clase.
ResponderEliminarEn fin, por higiene política su comentario deberia ser retirado, viendo el gran rechazo de muchos lectores.
Gracias.
Sinceramente yo lo único que veo es a un anónimo ( a lo mejor son varios) que no les gusta una persona y que han utilizado mi blog para desahogarse insultando.
EliminarHace unos años, el psicólogo social Jonathan Haidt escribió un libro titulado "La mente de los justos" y el subtitulo decía: ¿Por qué la política y la religión dividen a la gente sensata? Pues si eso ocurre con los sensatos no digamos hasta donde pueden llegar los insensatos. En fin, lo único que pido es que lean bien antes de opinar y si, tras la lectura consideran deben hacer una crítica o comentario no lo hagan desde el anonimato. Un saludo y espero dar por finalizado este debate absurdo tan apartado del tema y tan lleno de prejuicios.
ResponderEliminarAntonio Pintor, cuándo imparte usted el seminario de cefaleas? Aún hay plazas?
ResponderEliminarEstá acreditado por la ACSA?
Pues no, ya que cuando se empezaron las acreditaciones estaba en puertas de jubilarme. Lo que si he estado acreditado es como monitor de RCP y como tutor de residentes, entre otras muchas titulaciones que no viene a cuento traer a colación. No se si le sirven estos datos como profesional cualificado para cuestionar una actuación ignorando la información que se le daba.
Eliminar¿Es de suponer, mi querido amigo, que toda esta gente que así se expresa son de los nuestros? Pues, como dice el dicho popular, con amigos como éstos ¿para qué queremos enemigos? Me parece increíble un comportamiento tan fanático en gente que suponemos progresista. Creo que deberías ya de abandonar este debate absurdo.
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