martes, 17 de julio de 2012

De “gobiernos miserables” y “enemigos ocultos”

Según la Real Academia Española el término miserable tiene las siguientes cuatro acepciones:
  1. adj. Desdichado, infeliz. 2. adj. Abatido, sin valor ni fuerza. 3. adj. mezquino (que escatima en el gasto). 4. adj. Perverso, (sumamente malo, que causa daño intencionadamente), abyecto, canalla.
En mi opinión, muy influida por la indignación y desprecio que en este momento me producen nuestros gobernantes por sus actuaciones recientes, son la tercera y cuarta acepción las que mejor los definen en el momento actual.
Mezquino (que escatima en el gasto, aunque en palabras de la Sra. Vicepresidenta del gobierno sea para “Salvar a España”, lo que nos recuerda a la justificación que hace justamente 76 años esgrimió un señor bajito con bigotito llamado Francisco Franco que nos mantuvo en la edad media cultural, científica y de los derechos civiles y sociales, bajo una de las dictaduras mas criminales de la historia reciente).
 Perverso (: vean la foto en la que nuestros políticos en el poder celebran las medidas con las que “machacan” a los ciudadanos más débiles).
Aunque  deseo que en breve sean la una y la dos, las acepciones que mejor los definan (1.- adj. Desdichado, infeliz. 2. adj. Abatido, sin valor ni fuerza.), pues eso significaría que se ha impuesto la razón y los delincuentes que nos gobiernan han caído en desgracia y ¡ojalá! están siendo procesados por otra justicia diferente a la que hoy tenemos.




A pesar de lo dicho y de los recientes datos de metroscopia que muestran el grado de desapego de los ciudadanos por los políticos, los cuales se encuentran al final del listado, necesitamos poner en evidencia que no son “los políticos” en general el problema, sino “estos políticos” que hoy padecemos, y que los ciudadanos hemos elegido, los que no están a la altura de las circunstancias, dada su incompetencia y mediocridad, los que están favoreciendo la pérdida de credibilidad en la democracia como sistema deseable de gobierno.
Escribía un amigo en su blog (“del breviario al vademécum”, que recomiendo por sus divertidas historias llenas de humanidad e interesantes reflexiones) “Malos tiempos para los jefes”, aún coincidiendo en sus reflexiones, considero que un problema mayor es que tenemos “malos jefes para estos tiempos”, a todos los niveles, desde los del trabajo hasta los del gobierno.
Aquí está lo paradójico de la situación, resulta que precisamente quienes resultan vitales para el sistema democrático, y no olvidemos que las democracias europeas con todos sus defectos, siguen siendo los lugares con mejor calidad de vida, los políticos, son los agentes visibles y denostados de la grave situación en la que nos encontramos y, sin embargo, otros agentes causantes y mantenedores los unos y co-responsables los otros, no suelen aparecer en el escenario de manera tan visible.
Luis de Guindos, 23 de mayo 2012: “Bankia tendrá todo el capital público que necesite”. No el sistema público de salud, la educación, las pensiones, las ayudas al desempleo, la dependencia. No, para estos menesteres no hay dinero, sino recortes, pues hay que recaudar para salvar a los bancos y a los delincuentes que los gestionan. Y ¿Quién es este Sr. De Guindos? Pues nada más ni nada menos que nuestro actual ministro de economía y antes directivo de Lehman Brothers, el banco de inversión cuya quiebra inició la crisis actual. Alguien a quien a tenor de su curriculum no pondríamos a gestionar ni las cuentas de la comunidad donde vivimos. Un banquero. Como podemos ver “Las Puertas giratorias” funcionan perfectamente en nuestro país.


Monti,Papadimos y Draghi : banqueros de Goldman Sachs en el poder


A estos es a los que me refiero como “enemigos ocultos”, se trata de los banqueros, que al igual que un cáncer metastático se han expandido y ocupado todos los puestos relevantes del poder, con doble cara, la pública en su faceta de político, permaneciendo oculto su origen, intereses y lealtades al sistema bancario que lo ha propulsado al puesto que ocupa. (Generalmente Goldman Sach, la banca de inversión que está en los orígenes de la Gran Depresión del 29 y de la actual Crisis, la misma que entre otras tropelías almacena en el puerto asturiano de El Musel, situado en Gijón, centenares de miles de toneladas de carbón colombiano pagado al contado y que pretende vender en el mercado de futuros, una operación especulativa con la que espera obtener un beneficio astronómico).
Se habla de la Troika (Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) como las instituciones que “orientan” las medidas a tomar para salir de la situación crítica en la que se encuentra la Europa del Euro, y que se las “imponen” a los países que han sido intervenidos como es el caso de España.
Pero ¿Quiénes son estos organismos? Y ¿Quiénes los dirigen?
Fondo Monetario Internacional (FMI), busca fomentar la cooperación monetaria internacional, afianzar la estabilidad financiera, facilitar el comercio internacional, promover un empleo elevado y un crecimiento económico sostenible y reducir la pobreza en el mundo entero. Fundado en 1945, es administrado por los 187 países miembros ―casi todos los países del mundo— a los cuales se supone que les rinde cuentas.
De los seis objetivos teóricos en la práctica solo se ocupa de los tres primeros que van en beneficio del capital (negrita y cursiva míos) y se desentiende olímpicamente de los tres últimos, que tratan de favorecer a los trabajadores y al medio ambiente, e incluso los datos indican que trabaja en la dirección opuesta, yendo hacia un crecimiento nada sostenible e incrementando el desempleo y la pobreza en el mundo.
Y este organismo tan “sabio”, importante y con tanto poder sobre los países y los ciudadanos de éstos, ¿quien lo dirige?
De 2004 a 2007, es decir en los años en que se gestó la terrible crisis que nos asola y cuya evitación era una de las razones de ser de este organismo, estuvo presidido por  Rodrigo Rato, ex-ministro de economía del gobierno de Aznar y hoy imputado por estafa, falsedad contable y administración desleal, entre otros delitos, en el mayor desastre bancario de nuestro país, como director de Bankia, que ha llevado al sistema bancario español a la quiebra y que ha sido el detonante de la intervención de nuestro país.
De 2007 a 2011 en que tuvo que dimitir al ser acusado de agresión sexual y violación ocupó la dirección de este organismo Dominique Strauss Kahn, candidato del partido socialista francés a las elecciones presidenciales, candidatura a la que tuvo que renunciar. El 21 de febrero de 2012 fue detenido en Lille (norte de Francia) después de que decidiera prolongar el interrogatorio el juez que instruye la investigación por un presunto caso de proxenetismo y desvío de fondos.
El Banco Central Europeo, no tiene funciones de Banco Central sino que en realidad actúa como un lobby de la Banca, prestándole cantidades ingentes de dinero al 1% para que luego los bancos lo presten a los Estados, como en el caso de España, al 5-7%  por lo que, sin necesidad de capital propio, con dinero prestado pueden ganar inmensas cantidades de dinero y además sin riesgo.
Su actual Director Mario Draghi, otro banquero con prácticas delictivas, pues cuando era vicepresidente de Goldman Sachs International, uno de los máximos responsables de la compañía en Europa, ésta asesoró a Kostas Karamanlis sobre cómo ocultar la verdadera magnitud del déficit griego. Esta ocultación del fraude condujo a la crisis financiera en Grecia de 2010-2011.
Podríamos seguir pero creo que como muestra ya tenemos suficiente.
Estos individuos, incompetentes y delincuentes son los que rodeados de la parafernalia que da el poder han estado al frente de las instituciones que nos han estado aconsejando y dirigiendo.
El otro elemento importante de lo que ocurre es la ciudadanía que con sus votos pone en el poder a partidos y personas que se dedican a defender los intereses del capital a costa de los ciudadanos en general y de los trabajadores en particular.
Las políticas públicas pueden y deben seguir otros valores que permitan vivir en una sociedad con eficiencia, justicia y sostenibilidad, sin embargo para que esto suceda la gente debe ejercer un nuevo y mayor nivel de responsabilidad política, los intereses del capital dominan nuestra política no solo porque tienen, como es obvio, mas dinero, sino porque gran parte de la población general se ha desconectado de la política. Aunque los políticos y gran parte de los intereses empresariales y financieros se esfuerzan en ocultar información a la gente, muchos ciudadanos permiten que esto suceda al no hacer los esfuerzos necesarios para estar bien informados y, consecuentemente elegir políticos entre aquellos partidos que defiendan y demuestren en su práctica diaria que otro modelo de sociedad es posible.
Lamentablemente no parece que los ciudadanos vayamos en esa dirección, si miramos a Estados Unidos donde su candidato Republicano, el empresario y millonario Romney, con posibilidades de ser elegido presidente, defiende el uso de paraísos fiscales para evadir impuestos y en nuestra vecina Italia el Sr. Berlusconi (de sobra conocido) vuelve a intentar recuperar la presidencia que le expropiaron desde la Unión Europea para poner en su lugar a Mario Monti, antiguo comisario europeo y arquitecto del desastre del euro, alguien que ni siquiera era miembro del Parlamento Europeo.
Por ahora seguimos en manos de delincuentes.

Antonio Pintor Álvarez
17 de Julio 2012

lunes, 2 de julio de 2012

¿Qué podemos hacer?



Un amigo me escribió a raíz del articulo “La conjura de los listos”  y me decía: De acuerdo con el análisis, pero ¿Qué podemos hacer?
Como médico he aprendido que en el éxito de un tratamiento resulta fundamental realizar un buen diagnóstico.
Haciendo un símil con la situación actual, podríamos resumir el diagnóstico, puesto que ha sido tratado en otros artículos anteriores, diciendo que lo que nos está ocurriendo es la consecuencia de la aplicación de las políticas económicas del capitalismo neoliberal, que preconizan la ausencia de normas reguladoras en las finanzas y en la economía, reduciendo la intervención del Estado, al que ven como un problema para el desarrollo. Salvo cuando fracasan sus especulaciones financieras, que entonces si consideran debe intervenir, al objeto, no de “castigar a los responsables”, como sería lo sensato, ya que han tenido la máxima libertad para actuar, sino para “salvarlos”. Y para ello nos “rescatan” (expolian) a los ciudadanos.
Como consecuencia de aplicar las políticas referidas nos encontramos con dos grandes problemas: “Debilidad del Sistema Democrático y una “Crisis Sistémica” (financiera, económica, ecológica, ética, política).
Siendo la miseria y la ignorancia dos grandes enemigos de la democracia, ambos muy potenciados en la actualidad por los plutócratas que nos dirigen, nos encontramos con dos grandes barreras para el cambio político y social que necesitamos.
Si echamos una ojeada a algunos datos conocidos sobre la miseria, observamos que la brecha entre ricos y pobres ha aumentado espectacularmente, ya que a pesar del incremento de la riqueza mundial, ésta se ha concentrado en unas pocas personas, en torno al 1%.
 El que fue Director General de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, no se cansa de repetir que mueren en el mundo unas 70.000 personas diariamente, sobre todo niños, achacables a la miseria que les impide acceder a los alimentos y servicios sanitarios básicos. Se estiman entre el 30-40% de la población mundial malviven con menos de 2 dólares diarios. No existe mayor catástrofe en el mundo que la miseria en la que se encuentran millones de personas.
Ante esta situación, en Junio del 2008 la FAO que se ocupa, dentro de las Naciones Unidas, de la agricultura y la alimentación, diseñó un Plan de Emergencia para acabar con esta sangría humana y se lo presentó a las naciones ricas del mundo, estimando un coste de 50.000 millones de dólares anuales (Similar a lo que necesitan nuestros bancos para hacerlos solventes por enésima vez). Los países ricos contestaron que no podían disponer de esa cantidad. Tres meses después se produjo la “crisis-estafa financiera” y todos hemos sido testigos de cómo inmensas cantidades de dinero, estimadas a día de hoy en 5 billones de dólares, se han “regalado”, bien mediante préstamos que no han devuelto o donaciones, a la banca financiera (por otra parte llena de delincuentes).
Estos datos deberían ser el motor que nos pusiera en marcha a toda persona con un mínimo de conciencia.
¿How do you sleep?  (¿Cómo puedes dormir?), decía la canción de John Lennon, y sin embargo dormimos plácidamente, y ello ocurre porque el cerebro de la especie humana en su etapa evolutiva actual tolera esta situación sin conflicto emocional. Necesita recurrir a la razón, o sea, tomar conciencia, para indignarse y ello, a fecha de hoy, solo ocurre en una minoría. Y después de la indignación tendríamos que pasar a la acción, y no todos los concienciados están dispuestos a hacerlo, con lo que la minoría se reduce aún más.
Contra la ignorancia el conocimiento. En el artículo anterior hacía referencia a cómo los poderosos medios de comunicación en manos del capital condicionan de manera importante la manera en que los ciudadanos perciben lo que está ocurriendo y en esta línea de pensamiento nos han contado lo que el premio Nobel de economía P. Krugman llama “El Gran Engaño”. (Véase artículo anterior).
Padecemos un gobierno con su presidente a la cabeza, Mariano “el embustero”, que mienten más que hablan y solo se necesita mirar las hemerotecas y escucharlos diariamente, si el estómago nos lo permite, que en consonancia con sus principios están dificultando el acceso al conocimiento mediante los conocidos y criticados recortes a la educación y a la investigación pública y por otro lado el apoyo a la enseñanza privada y la relacionada con la oscurantista  y retrógrada Iglesia Católica.
Necesitamos que las naciones se marquen como objetivo prioritario, no tanto el “imposible crecimiento” que tanto pregonan y que los científicos nos informan que no es posible en un mundo finito seguir aspirando a un crecimiento permanente, sino una más justa distribución de la riqueza. Y ello implica cambiar a los dirigentes actuales y al sistema económico actual, pasar del capitalismo neoliberal a otro como el Modelo Económico del Bien Común (Impulsado por Christian Felber).
Parafraseando lo que decía Karl Marx en su “XI Tesis sobre Feuerbach”: Los filósofos (economistas) no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo (sistema económico), pero de lo que se trata es de transformarlo” (cursiva y paréntesis míos), es tarea de esa minoría de ciudadanos concienciados poner como prioritario en su esquema de valores defender la democracia y el estado de bienestar, promoviendo cambios políticos y sociales.
 En nuestra sociedad no es difícil que haya un divorcio entre los valores y principios que defendemos y las conductas que realizamos. Por ello es necesario conocer qué está ocurriendo, ya que el conocimiento es necesario, aunque no suficiente, para que surja la resistencia, el compromiso y el cambio, teniendo presente que éste ha de empezar por uno mismo.
- Puesto que estamos en una sociedad de consumo empecemos por éste, de manera que antes de comprar algo nos hagamos un sencillo test:
-          ¿Por qué compro? ¿Lo necesito o lo deseo? Ya que a veces se trata de deseos inducidos por la publicidad y no de necesidades reales.
-          ¿Qué compro? cuya respuesta intenta que veamos en que medida el producto tiene en cuenta el respeto a las personas y al medio ambiente;
-          ¿Dónde o a quien se lo compramos? Estamos siguiendo los dictados de la ley de la oferta y la demanda que nos lleva a comprar lo más barato y próximo sin tener en cuenta donde y en que condiciones para las personas y el medio ambiente se producen o por el contrario, estamos apoyando los criterios de comercio justo en el cual pagamos, aunque sea algo mas caro, lo que necesitan para vivir dignamente las personas que han intervenido en la cadena de producción.  
- Utilicemos bancos éticos (Triodos, Fiare) que no especulen con nuestros ahorros, en caso de que aún nos queden algunos.
- Participemos en todos aquellos actos que se convoquen en defensa del Estado del Bienestar y de rechazo a las medidas que lo están destruyendo.
- Denunciemos el Gran Engaño en el que nos tienen cada vez que tengamos oportunidad de hacerlo.
- Exijamos, creando un estado de opinión en la sociedad, que “todos” aquellos gobernantes, banqueros o cualquier otra persona que se demuestre su responsabilidad en la situación actual sean juzgadas como responsables de “Crímenes contra la humanidad” en un proceso similar al que tuvo lugar tras la 2ª Guerra Mundial en Nuremberg.
- Participemos en grupos, asociaciones, movimientos vecinales o partidos políticos diferentes  a los que hasta ahora nos han gobernado, como EQUO, que defiendan y estén dispuestos a luchar por estos objetivos.
Estas son algunas propuestas que se me ocurren y que por supuesto, ni son todas ni seguramente las mejores, por ello en aras de la “inteligencia colectiva” animo a quienes lean el artículo añadan otras que consideren interesantes, a ver si entre todos somos capaces de dar con la clave que nos permita transformar esta sociedad.
Aunque parezca una tarea imposible, hagamos un ejercicio de optimismo, si cada uno de los ciudadanos convencidos nos convertimos en “activistas” y dispuestos a movilizar y convencer a los que nos rodean, si esta tarea la iniciáramos solo 100 personas con capacidad de atraer a cinco cada uno y estos nuevos hicieran lo mismo en solo ocho pasos se habría producido una epidemia de “ideas” (memes), que afectaría a mas de nueve millones de personas en nuestro país dispuestos a cambiar de modelo económico y de políticos.
Después de todo, quizás no sea tan difícil.

Antonio Pintor Álvarez.
Médico. Militante de Equo
Julio 2012.