martes, 12 de junio de 2012

Una Estafa llamada “Crisis”

Resulta sorprendente y extremadamente preocupante que una ideología causante del mayor desastre económico de la historia de la humanidad, no sólo permanezca sino que se incremente su presencia, me refiero obviamente a la ideología neoliberal. Aunque muchos lo ven como una consecuencia a la simplicidad de su formula que hace del Estado el enemigo (con lo que nos gusta criticarlo) y pone al Mercado como la solución a los problemas, la economista Loretta Napoleoni, en su excelente libro “Maonomics”, apunta al endeudamiento, como la solución que permitió mantener el bienestar ficticio y ocultar la realidad del falso éxito económico de las nuevas doctrinas. La posibilidad de endeudarse camufló temporalmente los problemas económicos de Occidente, lo que junto a la venta del patrimonio del Estado y los acontecimientos de la caída del muro de Berlín dieron un balón de oxigeno al agonizante sistema capitalista. Entre la deuda pública y el PIB se estableció una correlación perfecta: los dos progresaban exclusivamente hacia arriba.
Aquí está la raíz de los problemas. Un sistema económico cuyo indicador princeps es el Producto Interior Bruto ( PIB) , el cual solo nos indica un crecimiento monetario, sin decir nada sobre el modo en que se consigue, ni las repercusiones que ello tiene tanto en la ecología como a nivel social ( que no nos dice nada acerca de la calidad de vida de los ciudadanos, si viven en democracia o dictadura, si están en paz o en guerra, si se produce explotación laboral o infantil, discriminación de género, etc.),  ha producido una nueva generación de individuos motivados estrictamente por el dinero y sin ningún interés por los problemas sociales.
 El dinero se convirtió en el afrodisíaco de toda una generación, que hacía ostentación de riqueza (coches caros, viviendas lujosas, etc.), cambiando el ahorro por un consumismo desenfrenado. Algunos elementos de la clase obrera tuvieron acceso al éxito no gracias a la instrucción sino a los negocios.
Esta “revolución social” no produjo el bienestar como se había pronosticado sino que acrecentó las desigualdades, de manera que la brecha entre pobres y ricos ha alcanzado unos niveles como nunca en la historia de la humanidad.
Es importante objetivar la falacia y estafa a los ciudadanos en la que se sustenta tanto la política neoliberal de los gobiernos de Reagan y Thatcher como la de nuestros gobernantes actuales.
En 1979 Margaret Thatcher declaró: “El gasto público es la raíz del problema económico del país”, mas o menos lo mismo que mantiene nuestros actuales gobernantes, esta falsa creencia  sirvió y está sirviendo en la actualidad para justificar la privatización de los bienes del Estado y la desmantelación del estado del bienestar.
Diez años después de políticas de “control” del gasto público en Reino Unido, cuando M. Thatcher abandonó la política, el gasto público, tomado como porcentaje del PIB había disminuido un modestísimo 1% respecto a 1979. Entonces, ¿Dónde están las enormes cantidades de dinero procedentes de las privatizaciones? En los balances de los bancos de negocios, que gracias a Thatcher se hicieron tan poderosos como para realizar facturaciones superiores al PIB de toda la nación. Lo mismo ocurrió en Estados Unidos, de manera que aunque el aparato del Estado, siguiendo la máxima neoliberal, se redujo al esqueleto, entre los mandatos de Reagan y Bush, la deuda pública se multiplicó por cuatro, superando los tres billones de dólares, en beneficio de la industria armamentística potenciada por los dos presidentes, para los que la defensa de la seguridad nacional era una de las pocas obligaciones que aún competían al Estado.
De esta manera vemos cómo la destrucción del Estado del Bienestar no redujo de manera importante el gasto público, pero sí cambió las prioridades del mismo e impidió la distribución de la riqueza para ayudar a los más pobres.
Se trata de la misma política que desde el inicio de la Estafa llamada “Crisis” nuestros gobernantes europeos se empeñan tozudamente en aplicar, se trata de una “creencia” que aunque empíricamente ha demostrado, y lo sigue haciendo, su falsedad, ellos siguen empecinados en aplicarla.
¿Qué nos dicen estos políticos sobre las causas de lo que está ocurriendo en Europa?
Paul Krugman,(El Pais 4 marzo 2012) nos dice que según la versión americana Europa está en apuros porque se ha esforzado demasiado en ayudar a los pobres y a los desamparados y según la versión alemana todo es cuestión de irresponsabilidad fiscal. No importa que los datos empíricos contradigan ostentosamente estas afirmaciones-creencias, todas las medidas para “solucionar” los problemas de Europa pasan por corregir estas situaciones que son falsas, por lo que las expectativas son de fracaso por parte de nuestros gobernantes y pobreza y sufrimiento de la ciudadania.
Aunque sabemos de las dificultades que en nuestro cerebro existen para desterrar falsas creencias, quizás aquí nos encontremos con una dificultad añadida, ya que como es fácil observar, la política neoliberal favorece al sector de la población mas poderoso, en detrimento del más débil, por ello nuestros políticos neoliberales deben “sentirse” muy satisfechos al verse adulados por los poderosos, pues desean o ya forman parte de ese circulo mediante el “Sistema de las Puertas Giratorias”, de manera que los altos directivos de las organizaciones económicas financieras y de los cargos de instituciones  gubernamentales son los mismos, alternando de unos puestos a otros, hoy prácticamente todas las instituciones económicas relevantes a nivel mundial, están ocupadas por exdirectivos procedentes de Goldman Sach (GS), Mario Draghi, Lukás Papadimos, Mario Monti  y así podríamos seguir con una larga lista, y por otra parte las consecuencias de sus decisiones sobre el resto de los ciudadanos y especialmente de los “desarrapados y muertos de hambre” les traen sin cuidado.
¿Por qué mantengo que es una estafa?
Como toda persona medianamente informada sabe, la “Crisis” económica que nos asola no es consecuencia de la elevada deuda pública de los estados, sino de la deuda privada, es decir, de los bancos, empresarios y en menor medida ciudadanos.
Los gobiernos han aumentado su deuda pública al utilizar el dinero de los ciudadanos para ayudar a los banqueros, y al mismo tiempo en la Unión Europea se han autoimpuesto una serie de normas que les impide utilizar el dinero público de los estados, que se recauda a través del Banco Central, para poder salir al frente de sus gastos corrientes, de manera que el Banco Central, recauda dinero de los estados y se lo presta a los bancos para que estos se lo presten a los estados, y en ese circuito de prestar los bancos sacan una buena tajada a través de los tipos de interés que suelen ser entre 3 a 5 veces superior al que ellos pagan. Ahí está la estafa
Es una trampa diabólica, de la que la única manera de salir es cambiar las normas que la están haciendo posible, pero para ello necesitaríamos políticos comprometidos con los ciudadanos y no con los poderosos banqueros, y aunque afortunadamente existen (Como el nuevo partido Equo), desgraciadamente, por ahora, están apartados de las tomas de decisiones e incluso de la visibilidad en los medios.

Antonio Pintor Álvarez
Córdoba 16 de febrero de 2012

































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