lunes, 30 de enero de 2023

VIII. Folato y Ácido fólico. Origen y funciones.

 Con este artículo se cierra el circulo que inicié acerca de la exposición solar y su relación con el color de piel, la vitamina D y el folato.

Los rayos ultravioleta del sol tienen su cara y su cruz. Por un lado, tenemos efectos beneficiosos como la producción de vitamina D y por otro, perjudiciales como la destrucción del folato y producir cáncer.

Para evitarlos, las células epiteliales denominadas melanocitos, producen el pigmento melanina, que oscurece la piel y la protege. Por el contrario, otras células epiteliales, los queratinocitos, necesitan recibir suficientes rayos ultravioleta para producir VD3.

Esta situación ha provocado que el color de nuestra piel haya evolucionado en un delicado equilibrio entre la tonalidad oscura, para evitar que la luz solar destruya el folato, y la tendencia a la tonalidad clara, necesaria para promover la producción de vitamina D.

Los términos Folato y Ácido fólico, a pesar de sus diferencias, suelen utilizarse como si se tratase de la misma sustancia. El folato es la forma natural de la vitamina B9, y el ácido fólico es la versión artificial o sintética.

El folato, como nos indica su nombre proveniente del latín “folium” que significa “hoja” y se puede encontrar en la mayoría de los alimentos de hojas verdes.

El ácido fólico es un sintético químico que se utiliza como fármaco, en algunos suplementos alimenticios y también para enriquecer ciertos alimentos.

Resulta paradójico que, a pesar de su nombre, la vitamina D no sea una vitamina sino una hormona y en cambio esta sustancia, para la que no solemos utilizar el término vitamina, sí lo es.

Se trata de la vitamina B9, que es hidrosoluble, o sea que se disuelve en el agua.

El folato se pierde en los alimentos conservados a temperatura ambiente y durante la cocción. A diferencia de otras vitaminas hidrosolubles, la B9 se almacena en el hígado y no es necesario ingerirla diariamente.

Las principales fuentes alimenticias de folato o vitamina B9 pueden verse en las tablas adjuntas.

El interés de la vitamina B9 se ha focalizado en prevenir la malformación de la espina bífida. Sin embargo, su importancia para la salud, al igual que ocurrió con la vitamina D y el raquitismo, abarca otros muchos aspectos que son menos conocidos.

El sistema digestivo es capaz de convertir todos los tipos de folato a 5-MTHF (5-metiltetrahidrofolato), que es una forma natural de la vitamina B9 que el cuerpo está preparado para absorber a través de la mucosa del intestino delgado y es la molécula que pasa a la sangre.

En cambio, la molécula sintética de ácido fólico, no es reconvertido por nuestro sistema digestivo y necesita metabolizarse en el hígado, lo que conlleva a múltiples reacciones enzimáticas y metabólicas extras.

Este proceso puede dar lugar a un exceso de ácido fólico no asimilado que puede  provocar diversos problemas de salud. Mientras que el folato es de metabolismo instantáneo, a los minutos después de ingerirlo, el ácido fólico puede tardar horas e incluso días en metabolizarse. Tener los niveles elevados durante un breve tiempo no supone ningún tipo de peligro, mantenerlos de forma crónica si es perjudicial.

¿Por qué necesitamos la vitamina B9?

El ácido fólico y el folato resultan imprescindibles para poder efectuar correctamente algunas de las siguientes funciones:

   Descomponer las proteínas y absorber los nutrientes.

   Formar células sanguíneas.

 En la formación del ADN para poder transportar la información genética.

   En la producción y mantenimiento de nuevas células. Muy importante durante periodos de división y crecimiento celular rápido como en la infancia y embarazo para prevenir problemas congénitos como la espina bífida.

   Ayudar al correcto funcionamiento del sistema inmunitario y cardiovascular. La deficiencia de vitamina B9 (folato) puede resultar en una síntesis deficiente de metionina y una acumulación de homocisteína, un factor de riesgo de enfermedades cardiacas.

   Ayudar a disminuir el cansancio y la fatiga.

Deficiencia de folato.

Una deficiencia de folato puede ocurrir por aumentar las necesidades del nutriente, por una ingesta diaria inadecuada y cuando el cuerpo excreta más folato de lo usual. Algunas investigaciones indican que la exposición a rayos ultravioleta incluyendo las cámaras de bronceado, puede conducir a deficiencia de folato.

La deficiencia de ácido fólico se manifiesta con diarreas, pérdida del apetito y pérdida de peso. Otros síntomas son: debilidad, lengua dolorida, dolor de cabeza, taquicardia, irritabilidad y desórdenes de conducta.

En adultos, la anemia macrocítica megaloblástica (células sanguíneas largas o sin forma regular llamadas megaloblastos), es un signo avanzado de deficiencia de folato. En niños, la deficiencia de folato puede retrasar el crecimiento.

Los aspectos más relevantes de la vitamina B9 son los relacionados con la fertilidad.

Folato, esterilidad y color de piel.

El folato es necesario para la fertilidad tanto en hombres como mujeres.

La vitamina B9 se necesita durante la división celular para la síntesis de ácidos nucleicos (ADN y ARN), en consecuencia, cualquier proceso que implique una división celular rápida requiere folato, siendo importante en la  espermatogénesis.

En experimentos con animales se ha provocado infertilidad en ratas y ratones machos al producir alteraciones en la espermatogénesis induciendo químicamente déficit de folato.

En humanos se ha utilizado en varones con problemas de fertilidad consiguiendo elevar el número de espermios al tratarlos con ácido fólico (forma sintética del folato).

En las mujeres contribuye a la maduración del ovocito e implantación, además de los efectos generales del ácido fólico sobre el embarazo.

Por ende, es necesario recibir suficientes cantidades a través de la dieta para evitar la infertilidad.

Estos datos han llevado a plantear la hipótesis de la evolución del oscurecimiento de la piel como mecanismo protector del folato necesario para la fertilidad y buen desarrollo fetal. Desechando la teoría que consideraba la protección del cáncer de piel el mecanismo evolutivo subyacente. Pues, el melanoma suele producirse en edades posteriores al periodo fértil y no afectaría a la supervivencia de la especie, que es lo importante desde la óptica evolutiva.

Embarazo

El ácido fólico ayuda a mantener un útero sano y es muy importante en las mujeres en edad fértil. Su déficit durante el embarazo puede provocar eclampsia, un proceso que cursa con hipertensión y albuminuria.

Si la mujer tiene suficiente ácido fólico en el cuerpo antes de quedarse embarazada, esta vitamina puede prevenir deformaciones en la placenta que supondrían el aborto, defectos de nacimiento en el cerebro (anencefalia) y la columna vertebral (espina bífida) del bebé por mal cierre del tubo neural en los extremos cefálico y caudal respectivamente.

La espina bífida puede producir la parálisis de la parte inferior del cuerpo, la falta de control del intestino y la vejiga, y dificultades en el aprendizaje.

El riesgo de los defectos del tubo neural es significativamente reducido cuando el suplemento de ácido fólico es utilizado como consumo adicional a una dieta saludable antes y durante el primer mes seguido de la concepción.

Si el feto sufre déficit de ácido fólico durante la gestación también puede padecer anemia megaloblástica, ser prematuro o presentar bajo peso al nacer.

Para resolver estos problemas, a fines de la década de 1990, los gobiernos de Estados Unidos y de Canadá implementaron programas de enriquecimiento con folato.

En diciembre de 2018, 62 países exigieron suplementar los alimentos con ácido fólico.

La recomendación diaria o requerimientos diarios adecuados del folato en mujeres embarazadas es de 600-800 µg, casi el doble del recomendado para mujeres no embarazadas.

Otras patologías asociadas al folato:

Enfermedad cardíaca

Las concentraciones adecuadas de folato, vitamina B12 o vitamina B6 pueden disminuir los niveles en la circulación de homocisteína, un aminoácido normalmente encontrado en la sangre. Existe evidencia de que un elevado nivel de homocisteína en sangre es un factor independiente de riesgo para enfermedad cardiovascular e infarto. La evidencia sugiere que los altos niveles de homocisteína pueden dañar las arterias coronarias o facilitar que las plaquetas se agrupen y formen un coágulo. Sin embargo, no existe evidencia actualmente disponible que sugiera que los niveles de homocisteína reducidos por el consumo de ácido fólico, vitamina B12 y vitamina B6 pueda reducir el riesgo de enfermedad cardíaca.

Cáncer

La asociación entre el folato y el cáncer es compleja.

Se ha sugerido que el folato, al participar en la síntesis, reparación y funcionamiento del ADN, puede ayudar a prevenir el cáncer y su deficiencia podría dañar al ADN y conducir al cáncer. Inversamente, se ha sugerido que el exceso de folato puede promover la iniciación del tumor al facilitar el crecimiento celular.

Aunque dietas altas en folato están asociadas con disminución del cáncer colorrectal, la asociación es más fuerte para el folato contenido en los alimentos que el proveniente de los suplementos. Un estudio prospectivo en 2006 de 81.922 suecos adultos encontró que dietas altas en folato proveniente de los alimentos fue asociada con un riesgo reducido de cáncer pancreático.

Depresión, memoria y agilidad mental

Algunas evidencias relacionan bajos niveles de folato con depresión. Algunos ensayos controlados sugieren que usar ácido fólico en adición a medicamentos antidepresivos puede tener beneficios.

En un estudio publicado en enero de 2007 en The Lancet, realizado durante tres años en 818 personas mayores de 50 años, sobre memoria a corto plazo, agilidad mental y fluidez verbal; se encontró mejoría en todas aquellas personas que ingirieron 800 µg (microgramos) de ácido fólico diario que aquellos que tomaron solo placebo.

Anti folatos.

El folato es importante para que las células y tejidos se dividan rápidamente. Las células cancerígenas se dividen rápidamente, por ello las drogas que interfieren con el metabolismo del folato son usadas para el tratamiento del cáncer. En 1948, Sídney Farber sintetizó el antifolato aminopterina, que fue utilizado para tratar la leucemia infantil.

El antifolato metotrexato es una droga frecuentemente usada para tratar el cáncer debido a que inhibe la producción de la forma activa, tetrahidrofolato (5MTHF). Desafortunadamente, el metotrexato puede ser tóxico, produciendo efectos secundarios como inflamación del tracto digestivo, que dificulta la alimentación normal.

El ácido folínico es una forma del folato que puede ayudar a prevenir o revertir el efecto tóxico del metotrexato. ¡No es lo mismo que el ácido fólico! Ha habido casos de efectos adversos severos por confundirlos.

Dosis bajas de metotrexato son usadas para tratar una amplia variedad de enfermedades no cancerosas como la artritis reumatoide, lupus, psoriasis, asma, sarcoidosis, cirrosis biliar primaria y enfermedad inflamatoria intestinal. Estas dosis de metotrexato pueden disminuir las reservas de folato y causar efectos secundarios similares a su deficiencia, para evitarlo se recomienda dietas altas en ácido fólico o una suplementación.

Riesgos para la salud por exceso de ácido fólico.

El riesgo de toxicidad por ácido fólico es bastante bajo. Los problemas más relevantes por niveles altos de ácido fólico en sangre son:

1. Enmascara la deficiencia de vitamina B12. Es bien conocida la interacción entre vitamina B12 y ácido fólico. El suplemento de ácido fólico puede corregir la anemia asociada a deficiencia de vitamina B12. Desafortunadamente, el ácido fólico no corrige los cambios en el sistema nervioso causados por la deficiencia de vitamina B12, que pueden quedar enmascarados produciendo un daño nervioso permanente si no es tratada. Se recomienda que los suplementos de ácido fólico no excedan los 1000 µg (microgramos) por día, para evitar esta situación.

2. Aunque no se conoce un nivel tóxico para el ácido fólico, sí que hay estudios que asocian el exceso de ácido fólico en el último trimestre del embarazo con que el niño por nacer desarrolle asma. Por ello la recomendación es tomar un suplemento alto en ácido fólico antes de quedar embarazada y en el primer trimestre, que es cuando su carencia sería más grave, sustituyéndolo en el segundo y tercer trimestre por un suplemento más moderado.

Para evitar estas complicaciones se ha establecido una ingesta máxima tolerable de 1 mg (miligramo) para adultos (hombres y mujeres) y un máximo de 800 µg (microgramos) para mujeres embarazadas y lactantes menores de 18 meses de edad.